La Fina de Carballo es una variedad autóctona de Galicia, por lo que obviamente presenta una perfecta adaptación al medio. Se cultiva fundamentalmente en la comarca de Bergantiños, una de las zonas de mayor tradición en la producción de patata en Galicia, en particular en Carballo y Coristanco, donde un 99 % de la producción es de la variedad Kennebec.
La patata fina de Carballo es de las últimas en recogerse y por eso llega fresca a los primeros meses del año. En una tierra muy famosa por la producción de patatas, la cantidad de 12.000 kg al año resulta ser muy poca, de los cuales solamente 2.000 se destinan a la venta y la mayoría es para autoconsumo.